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miércoles, 19 de diciembre de 2012

RELACIONES


RELACIONES


Relaciones que comienzan, relaciones que se acaban, relaciones que por más que el tiempo pase permanecen intocables. 

Cuando entregas tu confianza total en la otra persona y te ves correspondido, la gratitud que se siente es inmensa. 

Confianza... buena palabra y buen concepto que con el paso de los años se ha ido degenerando. Acabando en una especie de fianza, sin el "CON". Yo te fío algo, y a cambio tu... bla,bla,bla.

Me gusta la gente que se entrega, me gusta la gente que se equivoca, se cae, se levanta, se sacuden el polvo y siguen caminando. 

Llevo mucho tiempo queriendo escribir sobre la confianza. Llegando a pensar que no me salía lo que quería expresar porque quizás, yo no confiaba. Qué ingenua, mi amiga Mari siempre me lo dice, yo creo que confío tanto en las personas que por eso me decepcionan tan pronto. 

Con el tiempo... intento hacerlo con precaución, pero que le voy a hacer si es mi sino, se me ha convertido en una ardua tarea aprender, a diferenciar a que personas les puedo expresar y referir parte de mi intimidad. 

Si me equivoco, creo que la peor parte se la llevan esas personas porque no volverán a beneficiarse de lo que hasta ahora les refería. 

Hace unos meses, cuando quise escribir un post sobre la confianza, siempre pensé en la confianza en las parejas. Considero que es obligatorio hacerlo, si desconfias de tu pareja, tu vida se autodestruye,  empiezas a dejar de vivir tu vida por vivir la vida que está viviendo el otro, y eso no es sano, para ningún miembro de la pareja. No se trata de un "ojos que no ven, corazón que no siente" no, ese no es el mecanismo de confianza en una pareja. Es un sincretismo entre los miembros que resulta casi congénito del amor que les unió inicialmente.

Tampoco porque te hayan fallado, debes hacer pagar a todos los candidat@s que puedan aparecerse en tu camino con el odio o rencor que te hicieron sentir. 

Ya no creo en las parejas eternas, creo que todo tiene un límite. El amor tiene un límite. No puede salvarlo ni un hijo en común, ni una enfermedad, ni un trabajo. Cuando alguien te decepciona (entiéndase decepcionarse como "rotura emocional" ) no hay marcha atrás, a partir de ahí, todos los parches que quieran ponerle a la relación, tienen fecha de caducidad. Siempre habrá una situación que te lleve en un momento de disputa a recordar como si se tratase de un trailer cinematográfico todas esas faltas y quejas hacia tu pareja. Porque es muy complicado recomenzar, sin una terapia de pareja previa que subsane los desencuentros pasados.

Y digo yo, porque castigarnos con relaciones así? ¿Porqué no rompemos con lo que nos lastima y daña. ¿Tan poco nos queremos? 

Cómo dice el gran Walter Riso, en una relación, quien sufre más es el dependiente. Debe haber un equilibrio en todos los aspectos de la relación. Y nadie se merece sufrir por mantener algo que ya no tiene sentido seguir conservando porque "ya no existe".

Es mejor dejar un libro a medias, que terminar de leerlo forzosamente y nunca más volver a leer. 

El poder está dentro de tí, tu escoges tu proyecto de vida, todo... TODO tiene solución. 


Feliz final de año 2012

Love&Energy

Ruth Moreno